En un análisis exhaustivo de los primeros 100 días de gestión del alcalde Dio Astacio en la Alcaldía Santo Domingo(ASDE), se hace evidente que su administración ha estado marcada por el desorden y la insatisfacción generalizada. A pesar de las promesas de cambio y mejoras, la realidad ha sido muy diferente, con un aumento en la desorganización y el descontento entre los ciudadanos.
Uno de los puntos más críticos en esta gestión ha sido la alarmante situación de la recogida de basura y desechos sólido. La ciudad, que ya enfrentaba retos en este ámbito, ha visto un deterioro en el servicio, con montañas de desechos acumulándose en las calles y un olor penetrante que afecta la calidad de vida de los residentes. La falta de un plan efectivo para el manejo de residuos ha generado un caos que supera a las gestiones municipales anteriores, dejando a muchos ciudadanos preguntándose si se ha retrocedido en lugar de avanzar.
Además, la administración de Astacio ha visto una ola de cancelaciones masivas de empleados, en su mayoría miembros del Partido Revolucionario Moderno (PRM). Estas decisiones han dejado a muchos trabajadores sin empleo y han provocado una oleada de críticas por la forma en que se han manejado los recursos económicos en la alcaldía. La falta de transparencia y la percepción de favoritismo han alimentado la controversia, generando un clima de desconfianza en la administración municipal.
Los problemas no solo se limitan a la recolección de basura y las cancelaciones. La falta de planificación y ejecución de proyectos ha sido evidente, y las promesas de mejorar la infraestructura de la ciudad y ofrecer servicios de calidad se han desvanecido en el aire. Los ciudadanos sienten que sus necesidades no están siendo atendidas y que la administración de Astacio ha fallado en cumplir con sus expectativas.
Mientras el alcalde se enfrenta a una creciente presión por parte de la comunidad y de su propio partido, es necesario que se tomen medidas inmediatas para revertir la situación. La recolección de basura, el manejo de desechos sólidos y la atención a los empleados deben ser prioridades urgentes para restablecer la confianza en la administración municipal.
A medida que se cumplen estos primeros 100 días, queda claro que la gestión de Dio Astacio necesita un cambio de rumbo. La ciudadanía exige respuestas y soluciones efectivas para los problemas que afectan su día a día. Solo así se podrá evitar que este periodo se convierta en un constante recordatorio de lo que pudo ser, pero no fue.
