No permitamos que el interés comercial prevalezca sobre el valor histórico.
*ATENTOS, INACEPTABLE*
*¿Usar los espacios de un monumento nacional para vender y hacer negocios de carros?*
Los alrededores del Faro a Colón, uno de los monumentos más emblemáticos de la República Dominicana, se encuentran en peligro. Lo que debería ser una zona de conservación y orgullo nacional está siendo invadido por ferias de carros y comercios que traen consigo desorden y daños irreparables a las áreas verdes y monumentos que rodean este sitio histórico. Jonathan Liriano, activista y defensor del patrimonio cultural, ha levantado su voz en protesta ante la creciente utilización del espacio para actividades comerciales que desvirtúan su propósito original.
Los dealers ya se cogieron las aceras. Sería un error entregarles también los monumentos y sus entornos.
Lo que comenzó como una pequeña actividad comercial se ha transformado en un problema mayor. Los dealers de autos han tomado las aceras, convirtiendo las áreas peatonales y verdes en estacionamientos y áreas de exhibición, lo que resulta en un evidente deterioro del espacio. Lo que es aún más preocupante es que estas actividades no solo afectan la estética del lugar, sino también su infraestructura, generando desgaste en los caminos y áreas circundantes que deben preservarse.
La instalación del Faro a Colón y sus alrededores no es simplemente un lugar cualquiera, es un símbolo histórico y cultural de la capital. Cada metro cuadrado del terreno debería estar protegido, no solo por su valor patrimonial, sino también porque representa un atractivo turístico importante para la ciudad de Santo Domingo. Permitir que este espacio sea utilizado como terreno comercial sin regulaciones es un golpe no solo para la identidad cultural del país, sino también para su economía turística.
Un llamado urgente a los regidores: regulación estricta y protección del espacio
Es crucial que los regidores de Santo Domingo Este intervengan de manera inmediata. La falta de regulaciones y control para el uso de los terrenos alrededor del Faro a Colón es alarmante. Se requiere de manera urgente la implementación de normas estrictas que protejan estos espacios, para evitar que su deterioro continúe y que sean utilizados para fines que no respetan su valor histórico. Este lugar debe seguir siendo un espacio de encuentro cultural y turístico, no un escenario para la venta de autos.
Jonathan Liriano ha dejado claro en su protesta que permitir que se sigan realizando estas ferias de carros es una falta de respeto al valor patrimonial del lugar. La comunidad de Santo Domingo Este necesita unirse a este llamado, exigiendo a las autoridades municipales y al Ministerio de Cultura que actúen de manera contundente para salvaguardar lo que nos pertenece a todos.
El futuro del turismo y la historia está en riesgo
Si no se toman acciones rápidas y efectivas, corremos el riesgo de que el Faro a Colón y sus alrededores pierdan su esencia, no solo por el desorden que traen estas actividades comerciales, sino también por el impacto negativo que tendrán sobre la imagen de la ciudad. Los visitantes, tanto locales como extranjeros, merecen encontrar un monumento bien preservado, que refleje el orgullo y la historia de nuestra nación.
No permitamos que el interés comercial prevalezca sobre el valor histórico.
*Texto elaborado a partir de denuncia hecha por Jonathan Liriano sobre la próxima feria anunciada en los alrededores del Faro a Colón*
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